Los Fulgurite Electro-Priests blanden varas electrodrenantes y les rodea un velo protector de relámpagos. Creen que no hay mayor blasfemia que desperdiciar la energía. Se lanzan al combate en pleno arrebato religioso y son capaces de drenar la bioelectricidad de sus enemigos y almacenarla en condensadores, dejando el cadáver de su enemigo inerte, frío como la piedra.
Los Onager Dunecrawler deben su origen a un conocimiento perdido milenios atrás y están basados en el Mars Universal Land Engine, que está inspirado, a su vez, en las bestias con mal temperamento que cargaban con sus maestros por la Sagrada Terra en épocas pretérritas.
El Kastelan Robot, un enorme y antiguo robot construido hace veinte mil años, es el ejemplo perfecto de la reutilización tecnológica del Adeptus Mechanicus. Virtualmente imparable, su único punto débil es el de cualquier máquina: seguir las instrucciones al pie de la letra, incluso aunque eso acabe con él.
Los vehículos del Astra Militarum son tan complejos como variados, y mantenerlos aptos para el combate en el complicado entorno del 41º Milenio no es tarea fácil. A fin de lograrlo, los Tech-Priest Enginseers son una herramienta de valor incalculable para cualquier destacamento de la Imperial Guard.
Mucho más grandes y poderosos que los servitors que se usan en el resto del Imperio, Kataphron Breachers no nacen sino que se montan. Cumplen el papel de escudo viviente y batería. Los Tech-Priest los usan para acabar con las líneas enemigas y sus fortificaciones en su búsqueda insaciable de tecnología que asimilar.
Los Rangers de los Skitarii reúnen ls energías de los mundos forja en su armamento y son cazadores implacables. Para ellos, el enfrentamiento no ha acabado hasta que su enemigo ha sido destruido; incluso si eso implica rastrearle a través de las galaxias durante décadas.
Los señores del Adeptus Mechanicus, los Tech-Priests Dominus, tienen un talento prodigioso y un ansia incontenible de guerra. Sus mentes están llenas con un flujo constante de información (trayectorias de disparo, arcos de artillería óptimos, autonomía de las armas láser...), y utilizan dichos datos para llevar la destrucción a sus enemigos con cada orden que sale de sus formas cibernéticamente mejoradas.
Más máquina que hombre, los Sicarian Infiltrators son una fuerza de ataque atemorizadora: el súmmun de la ingeniería posthumana del Adeptus Mechanicus. Los enemigos caen, cegados y ensordecidos por el brutal asalto disruptivo audiovisual; a menudo se deciden las batallas incluso antes de que se confirme una sola muerte.
El Archmagos Dominus Belisarius Cawl ya era viejo en los albores del Imperium, hace más de diez mil años. Durante ese periodo de eones el Tech-Priest ha servido como Señor de la Forja, como Léxico Arcanus y como Magos Biólogo de renombre. En el campo de batalla, Cawl es una fuerza a tener en cuenta, que avanza sin miedo hacia lo más encarnizado de la contienda, analizando amenazas y transmitiendo órdenes cuidadosamente planificadas a sus tropas.
Los Ironstriders Ballistarii son una visión terrible, con su forma de tanque a dos patas y su plataforma de artillería. Equilibrados mediante un giroscopio, poseen enlaces que les ofrecen el conocimiento completo sobre sus enemigos.