Death Guard

• Mortarion, Señor de la Death Guard, lleva diez mil años aplastando a sus enemigos en el campo de batalla. Envuelto en parloteantes parásitos daemónicos, moscas zumbonas y nocivos vapores pestilentes, Mortarion llega volando al combate con sus alas enormes, unas alas cuyo batir estruendoso llena al enemigo de un temor lacerante, al tiempo que el hedor de la muerte se extiende a lo largo y ancho de sus líneas. Soportar siquiera la presencia del Señor de la Muerte es letal, pues sus oponentes tosen y caen tendidos al suelo antes de sucumbir a la miríada de enfermedades letales que flotan en el ambiente que lo rodea.

• Libera bestias retorcidas alumbradas por los poderes de los Dioses Oscuros
• Monta dos Engendros del Caos con montones de opciones para personalizar al mutante de tus sueños
• Utilizados por los ejércitos del Caos en Warhammer Age of Sigmar y Warhammer 40,000

Fiable, resiliente y de fácil reparación, el Rhino APC ha sido el transporte principal del Adeptus Astartes desde tiempos immemoriales.

• Una selección clave de unidades de la Guardia de la Muerte
• Una fuerza de tamaño Patrulla en una sola caja
• 39 miniaturas de plástico multicomponente

Flotando fatigosamente por el aire sobre turbinas zumbantes y conducida por la esencia atrapada de un Daemon de Nurgle, la Foetid Bloat-drone se desplaza hacia el enemigo como una mosca de la peste acorazada.

Los Cosechadores Pálidos, las Guadañas de Nurgle, los Ojos de Mortarion: los guerreros de élite de la Deathshroud reciben muchos nombres, y todos evocan una miasma de miedo y amenaza. Hinchados por un poder antinatura, los Deathshroud superan en altura a sus enemigos. 

Los Blightlord Terminators son implacables e imparables, guerreros de élite de la Death Guard vinculados para siempre a sus armaduras Cataphractii. Avanzan lentamente sin dejar de disparar, abatiendo sin piedad filas y filas de enemigos. 

Los Plagueburst Crawlers son tanques de asedio enormes y formidables cuyas grandes palas excavadoras, gruesas placas de blindaje y energías daemónicas les proporcionan una resistencia increíble.