Thousand Sons

• 31 cartas para ayudarte a consultar fácilmente las reglas de tu ejército de Mil Hijos
• Incluye hojas de unidad para cada unidad disponible para los Mil Hijos
• Además de tarjetas de referencia para las reglas de destacamento, mejoras y estratagemas

• Libera bestias retorcidas alumbradas por los poderes de los Dioses Oscuros
• Monta dos Engendros del Caos con montones de opciones para personalizar al mutante de tus sueños
• Utilizados por los ejércitos del Caos en Warhammer Age of Sigmar y Warhammer 40,000

• Mutantes de combate cuerpo a cuerpo para los ejércitos de Discípulos de Tzeentch y Bestias del Caos en Warhammer Age of Sigmar
• Puedes montar 10 Tzaangors altamente personalizables con un par de espadas o escudos
• También pueden actuar como bestiales tropas de choque para los ejércitos de Mil Hijos en Warhammer 40,000

Fiable, resiliente y de fácil reparación, el Rhino APC ha sido el transporte principal del Adeptus Astartes desde tiempos immemoriales.

• Una selección de unidades de los Mil Hijos ideales para iniciar o ampliar un ejército.
• Una fuerza del tamaño de una Patrulla en caja
• Contiene 26 miniaturas de plástico multicomponente

• Una unidad de C.G. diabólica para los ejércitos de los Mil Hijos
• Invoca pactos infernales para debilitar a tus enemigos y ayudar a tus aliados
• Acompañado por jóvenes Aulladores

Los Scarab Occult Terminators se contaron antaño entre los mejores psíquicos de la Thousand Sons Legion, guardias personales del mismísimo Magnus the Red. Reducidos a polvo junto a sus hermanos, ahora apenas poseen un eco de su antiguo intelecto. 

Durante diez mil años, el buscador de las verdades arcanas conocido como Ahriman ha vagabundeado por la galaxia en su empeño por encontrar todos los artefactos, libros de magia y pergaminos que posean poderes ancestrales. Los mundos arden a su sombra mientras arranca estos tesoros de manos de sus dueños por cualquier medio que tenga a su alcance.

Llegan los Rubricae, salidos de la niebla. Muchos de estos guerreros inmortales fueron psíquicos por derecho propio, antes de que una antigua maldición los condenase a la eternidad en sus cuerpos. Su recargada servoarmadura no contiene más que polvo brillante.