Que una Hermana Arrepentida huya de la batalla es uno de los mayores pecados conocidos por las Adepta Sororitas. El único deber de estas Hermanas es expiar sus fallos en batalla: huir de la redención es rechazar el abrazo del Emperador, un mal para el que no puede haber perdón. Estas Arrepentidas descarriadas son encerradas en el caparazón blindado de una Mortificadora, sin poder moverse, hablar u oír. Sufriendo una vergüenza y agonía interminables, se ven empujadas por la locura y el dolor a labrar un camino de mutilación y destrucción a través del enemigo. Las peores de estas almas perdidas son sepultadas tras una gruesa carcasa adamantina, negándoseles incluso la liberación de la muerte. Conocidas como Anacoretas, las Hermanas tras estas máscaras sin vida soportan años de aislamiento y agonía antes de encontrar su fin.
Con este kit de plástico multicomponente puedes montar dos Mortificadoras. Estos lúgubres caminantes mecánicos ofrecen un duradero fuego de apoyo y una brutal potencia de combate cuerpo a cuerpo, combinando la dureza desquiciada del Castigo del Penitente con el entrenamiento y la concentración de una Hermana de Batalla. Cada Mortificadora está equipada con cualquier combinación de dos armas a distancia, a elegir entre bólteres pesados o lanzallamas pesados, y dos armas de combate cuerpo a cuerpo, a elegir entre sierras penitentes o mayales penitentes, y también puede montarse con un sarcófago de Anacoreta. De forma alternativa, cada miniatura se puede montar como un Castigo del Penitente.
Este kit consta de 126 piezas y se suministra con 2 peanas redondas Citadel de 50 mm. Estas miniaturas se suministran sin pintar y requieren montaje. Recomendamos usar pegamento para plástico Citadel y pinturas Citadel.
